Si te preguntan por el producto típico de Rioja Alavesa probablemente tu primera respuesta sea el vino, pero ¿sabías que el territorio también cuenta con uno de los mejores aceites de oliva del planeta? Así es, la variedad autóctona Arróniz se ha cultivado desde hace siglos en Rioja Alavesa convirtiéndolo en uno de sus grandes productos.
Durante los últimos meses del año se realiza la recolecta de olivas en las más de 300 hectáreas que encontramos dedicadas exclusivamente al cultivo de olivos. Además, a lo largo del territorio hallamos restos del pasado oleícolas de Rioja Alavesa: la prensa de Barriobusto/Gorrebusto y el trujal de aceite de Lanciego/Lantziego.
La prensa de Barriobusto/Gorrebusto
La población de Barriobusto/Gorrebusto aún conserva un trujal aceitero, que, a pesar de no estar ya en funcionamiento, nos permite imaginar cómo era el proceso de extraer el oro líquido de las aceitunas. Esta antigua prensa se ha convertido en un museo para enseñar todos los entresijos de la producción de aceite además de todos los artilugios necesarios para la producción de este.
El trujal de aceite de Lanciego/Lantziego
En Lanciego/Lantziego encontramos el trujal aceitero más antiguo que se conserva en Rioja Alavesa y que además sigue en funcionamiento. Se construyó sobre un viejo molino de harina con el que convivió durante décadas. Actualmente muele cada año alrededor de 80.000kg de oliva de los que se obtienen unos 21.000 litros de este oro líquido. Sin duda, una visita obligada para conocer de primera mano cómo se realiza este manjar.
Si te apetece visitar este trujal de una forma mucho más didáctica te animamos a descubrir Oleoturismo en tierra de vinos. Una experiencia en la que aprenderás cómo se elaboraba el aceite en un trujal tradicional y cómo se elabora actualmente, visitarás un olivar centenario y catarás distintos aceites además de degustar unos exquisitos pintxos.