Se encuentra al norte del municipio de Villabuena de Álava, Eskuernaga. Fue descubierto por casualidad en el año 2009 por un agricultor de la localidad alavesa al ir a arar un terreno.
El dolmen es un sepulcro de la Edad de Bronce, de los llamados de corredor. Consta de una cámara de forma poligonal formada por seis losas verticales (ortostatos), el corredor con una longitud de 2,30 metros al interior, el túmulo con forma ovalada y conserva también dos losas del corredor. Se estima que su altura debió rondar los 3 metros.
Durante la excavación se recuperaron dos huesos humanos, una vértebra, una falange y restos de cerámica.
Para llegar al dolmen hay que dejar el coche a una distancia que no supera los 500 metros y seguir a pie o en bici hasta el yacimiento, por un paseo entre viñedos. Se atraviesa el cementerio ateo Ibaola Harriak, uno de los lugares privados más curiosos de Rioja Alavesa.