Si pensamos en Rioja Alavesa, lo primero que nos viene a la mente es el vino. Sin embargo, esta comarca también guarda otro tesoro de gran valor: el aceite de oliva virgen extra (AOVE). Con la variedad autóctona Arróniz como protagonista, la tradición oleícola de la comarca se remonta siglos atrás y hoy en día sigue muy viva, ofreciendo experiencias de oleoturismo que combinan historia, naturaleza, cultura y gastronomía.

La tradición: trujales históricos que cuentan historias

En Rioja Alavesa aún se conservan espacios que nos permiten viajar en el tiempo y comprender cómo se elaboraba este oro líquido en generaciones pasadas.

La prensa de Barriobusto/Gorrebusto: aunque ya no está en funcionamiento, este antiguo trujal se ha convertido en un museo que muestra de forma detallada el proceso artesanal de producción de aceite y las herramientas necesarias para su extracción. Una visita imprescindible para imaginar cómo era la vida en torno al olivo siglos atrás.

Prensa de Barriobusto/Gorrebusto

El trujal de Lanciego/Lantziego: considerado el más antiguo que se conserva en la comarca y todavía en funcionamiento. Se levantó sobre un viejo molino de harina y cada año muele alrededor de 80.000 kg de aceituna para obtener unos 21.000 litros de aceite. Aquí podrás vivir en primera persona cómo se elabora este manjar y catarlo recién producido.

Trujal de Lanciego/Lantziego

Trujal de Moreda – Cooperativa La Equidad: referente en la producción de aceite en Rioja Alavesa, abre sus puertas al visitante para mostrar cómo se combina la tradición con la innovación. La cooperativa elabora un producto de altísima calidad, del que también producen una partida certificada con Eusko Label. La visita permite descubrir el proceso de elaboración, pasear entre olivares y participar en catas que ponen en valor este producto único.

El presente: espacios que abren las puertas al oleoturismo

La tradición convive hoy con proyectos innovadores que han convertido el aceite en una experiencia turística y sensorial de primer nivel. Todos ellos elaboran aceite de oliva virgen extra, que se descubre a través de recorridos, visitas a olivos centenarios y catas guiadas.

Erroiz: ubicado a las afueras de Lanciego/Lantziego, en un entorno privilegiado, ofrece un recorrido completo por el mundo del aceite. Sus instalaciones de 500 m2 cuentan con una zona de recepción, área de elaboración, bodega y sala de embotellado. Además, disponen de un espacio exterior dividido en zona verde y aparcamiento. El momento estrella de la visita llega en su sala de catas, donde los aromas y sabores del aceite cobran protagonismo.

Erroiz

Oliolive: situado en Moreda de Álava, es un proyecto multidisciplinar de Emprendimiento Verde que apuesta por el impacto social y ambiental del olivar tradicional del sur de Euskadi. A través de actividades de oleoturismo, talleres y experiencias en torno al aceite, invita a conocer de cerca la cultura del olivo, su importancia en el paisaje de Rioja Alavesa y su papel en la gastronomía local.

OliOlive

Una experiencia completa: del olivo al paladar

El oleoturismo en Rioja Alavesa te permite sumergirte en un universo lleno de matices: pasear entre olivares centenarios, conocer los secretos de los trujales tradicionales, descubrir la innovación de proyectos como Erroiz y Oliolive, y por supuesto, degustar el aceite en catas maridadas con pintxos y productos locales.

Porque Rioja Alavesa no solo es tierra de vinos: también es cuna de uno de los aceites de oliva más singulares del mundo, que podrás disfrutar en experiencias donde el oro líquido brilla tanto como sus viñedos.