En la margen izquierda de la antigua carretera A-124 entre Samaniego y Laguardia, en una pequeña colina, se encuentra una de las estructuras más representativas del pasado megalítico de Rioja Alavesa: el dolmen de El Sotillo.
Antes de la excavación, solo se podían ver 6 de las 13 losas que lo componen. Algunos de los bloques del monumento fueron rebajados en altura y otros se encontraban esparcidos por el suelo. Parece que alguien pretendió cerrar o inutilizar el monumento reduciendo intencionalmente su tamaño.
Se descubrieron varios artefactos durante la excavación: cerámica campaniforme del Calcolítico, puntas de flecha y punzones de metal. Además, se encontraron herramientas de pedernal del Neolítico y brazaletes de arquero. Estos hallazgos indican que el sitio fue utilizado en diferentes épocas.
Sorprendentemente de El Sotillo destaca que uno de los individuos enterrados en este monumento funerario tiene el haplogrupo del pueblo Yamna, originario de la región del Caspio o del Cáucaso, según estudios de ADN realizados en la Universidad de Harvard. Esto nos dice que descendientes de este pueblo seminómada llegaron y vivieron en Rioja Alavesa.